Heródoto, considerado el padre de la Historia, en su proemio de los Nueves libros de historia, expuso que su tarea fue retratar sus investigaciones para evitar que con el tiempo, los hechos del ser humano queden en el olvido. Este problema fue muy griego, el miedo a no perdurar en el tiempo. Fue por esta razón que Aquiles prefirió morir joven en batalla y que su nombre quedara para siempre en la memoria, a vivir muchos años y que nadie lo recordara. La historia de aquellos que han dejado huella en un lugar suelen inmortalizarse en nombres de las calles, edificios o escuelas, y es sobre esta última que contaremos una particularidad sobre tres escuelas heredianas unidas por un apellido.
La escuela de San José de la Montaña lleva el nombre del hombre que donó el terreno para que allí se construyera el centro educativo, y esto fue hace 112 años. Se cuenta que fue un 6 de julio de 1910 que se fundó la escuela, contaba con cuatro aulas de madera construidas sobre bases de piedra, y tenía tanto por el frente como por detrás un corredor. Los niños y niñas que asistían a aquella escuela rural, jugaban por debajo de los corredores, y levantaban furibundos polvazales. Estos terrenos que sirvieron tanto para la escuela como para la iglesia, los había donado Arturo Morales Gutiérrez, un hombre adinerado y con una gran cantidad de terrenos en la provincia de Heredia. Pero ¿qué más se sabe de él?
Arturo Morales Gutiérrez nació en 1869, y era hijo del matrimonio entre Braulio Morales Cervantes y Esmeralda Gutiérrez. Braulio Morales desde joven se dedicó a la agricultura, especialmente al café en Heredia en conjunto con el Dr. Ricardo Brealey. Fue además un hombre importante en la política del país, diputado en 1859 y también Gobernador de la provincia, Braulio fue una persona interesada en el desarrollo de Heredia. Su madre Esmeralda Gutiérrez, era hermana de Manuel María Gutiérrez, compositor de la música del himno nacional y era reconocida en la provincia, junto con su esposo, por su solidaridad con las personas empobrecidas y con las instituciones de educación, beneficencia y el culto religioso. Cuenta Jorge Steinvorth, que las fincas de Braulio Morales “abarcaban casi todo San Rafael de Heredia hasta mucho de lo que hoy en día se conoce como Sacramento”. Arturo Morales Gutiérrez heredó parte de las fincas de su padres, y no dudó en donar parte de ellas al pueblo emergente de San José de la Montaña. Arturo Morales se casó con Elena Flores Ortiz un 20 de junio de 1906, tuvieron 5 hijos y murió en 1924. Como agradecimiento el pueblo bautizó la escuela con el nombre de aquel que había donado el terreno.
Pero en otra escuela herediana, la señora Esmeralda Gutiérrez, habiendo fallecido ya su esposo en 1898, donó una finca valorada en ¢2 000, a la Junta de Educación de la ciudad de Heredia, la cual llevaría el nombre de su esposo: Braulio Morales Cervantes. Padre e hijo metamorfoseados en escuelas.
Otro hijo de Braulio, llamado Jenaro Morales se casó con Lucila Duval Saint Claire, tuvieron una hija, Muriel Morales Duval, que se casó con un importante agricultor herediano llamado José Guillermo Maximiliano Gurdián, mejor conocido como Max Gurdián. Este matrimonio concibió una hija en 1921, que llamaron Lucila Gurdián Morales. Max Gurdián poseía una gran cantidad de terreno en lo que aquel tiempo se denominaba como el Alto del Abra, hoy en día Buena Vista, y donó los terrenos para la construcción del centro educativo, que se inauguraría en 1926, con el nombre de su hija. Lamentablemente, tras un accidente de aviación, Lucila Gurdián Morales muere en 1947, a la edad de 25 años.
La historia de estas tres instituciones las une una provincia y una familia, lo que empezó Braulio en el centro de Heredia, lo continuó su hijo en San José de la Montaña, y posteriormente la bisnieta inmortalizada en la escuela de Buena Vista, todas estas centros educativos unidos por un mismo apellido: Morales.
Nombre de los integrantes de las Juntas de Patronato escolar de San José de la Montaña, Buena Vista (Alto del abra) y Porrosatí. Tomadas del periódico El Fortín, del 15 de julio de 1949.
Los graduados del año 1949 de la escuela Arturo Morales Gutiérrez. Tomada del periódico El Fortín, del 13 de diciembre de 1949.
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